CATEDRAL
PRIMADA DE QUITO
Dirección: Centro Histórico de Quito. Plaza de la Independencia. Venezuela
N3-117
Horario de Atención: lunes a viernes de 10:00 a 16:00 horas. Sábado y
domingo de 10:00 a 14:00 horas.
Valor: USD 1,50. Estudiantes y tercera edad, 1
Se ha abierto al público
desde el año 2000. Pero, su historia empieza en 1535, cuando luego de la
fundación española de Quito, se prosigue a la traza de la ciudad entregándosele
al primer cura de Quito, Juan Rodríguez, este solar donde se levantara una
iglesia humilde de paja y tapia. En 1562, se la derribó para construir el nuevo
edificio, con las bases de piedra, paredes de ladrillo y cubierta de tejas. En
este entonces comenzó la construcción actual de la iglesia el obispo García
Díaz Arias, y la prosiguió el siguiente obispo, gran constructor, Pedro
Rodríguez de Aguayo.
Una quebrada honda que
corría hacia la parte de atrás impidió que se la edificase con frente a la
plaza mayor. Entonces, se tendió a todo lo largo de su flanco norte un atrio de
piedra. Con la colaboración entusiasta de los vecinos y trayendo la piedra del
Pichincha, la obra se terminó entre 1562 y 1567. Y tuvo su consagración en
1572.
Impacta con su presencia
de muros blancos, su cúpula de cerámica verde vidriada, el arco de Carondelet y
la escalinata lobulada que desciende articulando la Catedral y la Plaza. Su
entrada principal se encuentra hacia la calle García Moreno, siguiendo
orientación este oeste, y salvando la quebrada de Zanguña.
El recorrido por el
interior de este majestuoso templo empieza por las siguientes salas:
Nuestra primera sala es
La Capilla de Santa Ana, cual se habla del siglo XVII, con sus efigies que
apenas caben en sus hornacinas, como son las de: María, José y el Padre San
Joaquín. De estilo barroco Quiteño, con un magnífico retablo construido por
Manuel Chili (Caspicara) en el siglo XVIII, con columnas helicoidales y
querubines como elementos decorativos. Tiene en la parte superior tallado a un
Jesús Rejuvenecido.
Capilla De San Pedro: San
Pedro, apóstol de los cristianos exhibe su excelente calidad histórica y
Plástica la imagen de San Jerónimo penitente patrono de Quito, tallada por
Antonio Fernández en 1607; se destaca igualmente su retablo del siglo XVIII, realizado
por Manuel Chilli (Caspicara), en este se puede observar un sincretismo en sus
columnas de estilo corintio, porque en los cestillos se puede destacar la
presencia de banano, caco y la uva Esta se predomina por: El tallado del primer
Papa de Roma, se lo realizó En Honor, lo podremos encontrar algunas veces
sentado o parado. Una silla de Plata pura repujada
Los tallados de San
Francisco de Pádua, quien se flagelaba con una piedra por cada terremoto que
había en la ciudad.
Lienzo De Bernardo
Rodríguez De La Parra: Bernardo Rodríguez fue un pintor que se inclinó por los
colores claros, en una técnica popular y graciosa. Este cuadro muestra la
Conversión de San Pablo, es un cuatro con tres escenas, que son: la matanza, la
ceguera y cuando Jesús le habla a Pablo. Se puede divisar aquí la presencia del
personaje Saula, quien era un cazador de humanos. Entre 1802 y 1803, Bernardo
Rodríguez trabajó cuatro grandes lienzos que se encuentran en las naves
laterales: la pesca milagrosa; curación de un pobre por San Pedro; conversión
de San Pablo y San Pablo picado por una víbora.
Visitaremos la Capilla De
Las Almas: Es una de los más especiales espacios en los interiores de la
iglesia. No ha sido tocada desde la fecha de su edificación, en el siglo XVI.
Se destacan: Sus tres cupulines diferentes. El derecho es ovalado, el de la
izquierda es en forma de cono y en central es cilíndrico. En la parte posterior
de la capilla sobresale un pequeño cementerio donde están personajes
distinguidos como: Joaquín Pinto, Manuel de Samaniego, Bernardo Rodríguez, y
Juan Manosalvas De La Torre quien fue trasladado por González Suárez, que le
admiraba mucho, y lo hizo llevar años después de su muerte a la Capilla de las
Almas en el interior de la Catedral, donde aún reposan sus restos hasta en día
de hoy. Se encuentra el mausoleo de Carlos Montúfar a la derecha de la entrada
a la capilla. Carlos Montúfar, fue hijo del Marquéz de Selva Alegre Juan Pío
Montúfar, el cual heredaría su patrimonio, sus ideales y su intelectualidad.
También se encuentran los restos de José Ignacio Checa Ibarra, que fue
asesinado por Veintimilla.
Existe el retablo del
siglo XVIII, bastecido por Caspicara. Una figura tallada de Cristo Redentor. El
Gallo de la Abnegación que fue tallado por el padre Carlos, sevillano, obra del
siglo XVIII. Una figura tallada a tamaño natural, es un Cristo con los tres
poderes, que todo lo sabe, todo lo conoce, y todo lo siente.
En el Retablo Mayor
podremos visualizar: Asunción y coronación de la virgen, triunfo de la cruz,
virtudes teologales, artesonado y enjutas de la nave central, y el coro. Esta
pintura mural fue obra, a principios del siglo XVII, de Miguel de Santiago;
pero, este Lienzo cae con el terremoto de Riobamba del 4 de febrero de 1797.
Siendo restaurado por Manuel de Samaniego. En la parte inferior del pulpito
se encuentran un total de 22 sillas, y
en la silla central es donde se siente el actual Arzobispo de Quito. También se
puede divisar 4 candelabros de bronce, que fueron obsequiados por la iglesia de
la Compañía, cuando esta se destruyó y estaba en reparación.
Con el auspicio del Barón
de Carondelet, Presidente de la Real Audiencia de Quito y el Obispo Cuero y
Caicedo, se inicia la restauración a principios del siglo XIX. El arquitecto
español Antonio García es el responsable de la reconstrucción de la iglesia y
es quien introduce el estilo neoclásico en la arquitectura del templo.
Mientras que para la
restauración interna tres de los artistas quiteños más afamados de la época:
Manuel de Samaniego, mestizo perito en arquitectura y pintura quien dirigió la
remodelación interna de la iglesia. Bernardo Rodríguez de la Parra pintor
mestizo hermano de madre de Samaniego y Manuel Chili “Caspicara”, escultor
indígena.
La remodelación del coro
implico la construcción del retablo del fondo para enmarcar el lienzo de la
Asunción y Coronación de la Virgen pintado por Samaniego
En el plano decorativo de
la iglesia se decoran las enjutas con pintura murales del nuevo testamento,
obras en las que intervienen Bernardo Rodríguez de la Parra y Samaniego (1803).
De Rodríguez son los cuatro lienzos que decoran las naves laterales, que para
su composición, el artista se basó en un libro titulado “ cuadros del Antiguo y
Nuevo Testamento” que en 140 figuras representas las más notables historias del
Testamento; según, las grabados de los maestros; también pertenecen a Rodríguez
los lienzos enmarcados en el sencillo retablo.
Se puede observar en la
pintura mural de la enjuta, la escena de la “Última Escena”, donde existe un
secretismo, porque envés del cordero ellos están comiendo cuy, por el pan las
humitas, y con el vino, ellos beben chicha.
Mausoleo Del Mariscal
Antonio José De Sucre: Un lugar de descanso para gobernantes y un lugar de
devoción a los héroes de la Independencia, la Catedral está repleta de
historias secretas. Las placas grabadas, que forran las paredes exteriores,
honran a los padres de la Independencia. Los restos de la figura más célebre de
la Independencia de la ciudad, Antonio José de Sucre. Los restos del Mariscal
fueron encontrados en 1900 en la Iglesia del Carmen Bajo y lo trasladaron a la
Catedral en una urna de mármol de carraca y oro. Esta capilla y/o mausoleo se
encuentran junto a la Sacristía. Y se inauguró en 1932, fecha que de forma
solemne se guardó la urna en un sarcófago de granito. El mausoleo presentaba
problemas en su cubierta, fisuras, manchas de humedad y hongos, fue por esto
que la consolidación estructural motivó a asegurar las condiciones de
resistencia de la cúpula
San Urcisiño: Es un niño
mártir en la preservación cristiana, el mismo que al ser encontrado con otros
que repercutían entre los sacerdotes, fue degollado por eso se lo considera
así. Se encuentra embalsamado en cera y su ropa se encuentra con tierra, las
cuales muestran de donde fue traído. Fue un obsequio del Papa IX, al presidente
Gabriel García Moreno, en muestra de su gratitud por su fe católica
cristiana.
Sala Del Tesoro: Se
exhiben aquí ornamentos como vestimentas eclesiásticas que fueron de de
variados y de las primeros sacerdotes, los mismos que estaban cocidos con hilos
de oro, plata, bronce. Estos ropajes datan del siglo XVII Y XX, algunos
decorados también con piedras preciosas. Poseen varios colores que se basan
dependiendo a su significado religioso. Ejemplo: VERDE.- para días comunes,
ROJO.- para los niños mártires, NEGRO.- para las procesiones, BLANCO.- para
fiestas, LILA.- para semana santa.
Caspicara talla para el
trascoro una sus mejores esculturas, "La Sábana Santa", una de las
obras más armoniosas e intensas de Caspicara; la Inmaculada de Legarda; el
grupo de la negación de San Pedro, atribuido al Padre Carlos, el legendario
artista que talló en 1668 el San Lucas de Cantuña; el lienzo de la muerte de la
Virgen, de Miguel de Santiago, puesto en el muro del trascoro y la serie de
retratos de obispos que adorna los muros de la sala del capítulo son los más
dignos de verse.
Capilla De La Virgen
María: De estilo barroco quiteño, atribuido a Manuel Chili o Caspicara, hecho
de madera tallada, según los datos es una capilla antisísmica, con columnas con
querubines; porque a los ojos de dios todos somos iguales; pero, para el artista
todos somos diferentes y se pueden divisar rostros de gente mestiza. Aquí
existe sincretismo.
Todo lo que hoy podemos
apreciar fue completándose a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Sin embargo,
A fines de este siglo se edificó el domo que corta por la mitad el atrio y se
abre en escalera circular al parque, que, con el nombre del presidente de la
audiencia que lo hizo, se conoce como el "templo de Carondelet".
Un pequeño altar tiene
una placa conmemorativa que marca el lugar donde el presidente Gabriel García
Moreno murió el 6 de agosto de 1875.
La Catedral es una intrigante fusión
de formas: arcos góticos llevan a un techo morisco, mientras el coro neoclásico
es adornado por una silla episcopal, rodeada por esculturas coloniales de
Caspicara. Y las tres naves son claramente barrocas. Entre este mezcla de
estilos, uno encuentra también con una historia de la vida en el sacerdocio en
el siglo XVII, los libros corales, objetos de plata que fueron dejadas por los
feligreses y las túnicas usada por los sacerdotes.
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